jueves, 11 de junio de 2009

Volumen 1 Capitulo 2-A -Reunión-


(Fecha desconocida) En algún lugar de China.

Es de noche, un hombre de considerable fuerza física camina entre los árboles de la montaña, se dirige hacia una casa abandonada.
Al acercarse se da cuenta de que hay alguien dentro de ella, es una mujer joven, de unos 18 años, ella sostiene a un anciano mal herido, ese hombre es el maestro Yang.

Hombre
-¡Mei! ¿Que ha pasado?

Mei
-Dragón, que bueno que estas aquí, unos soldados atacaron a mi padre lo hirieron gravemente, el peleo pero no pudo aguantar mucho, eran demasiados.

Dragón
-¡Maldición! voy a buscarlos y los haré pagar por esto. Tu busca ayuda y cura al viejo, yo volveré por ambos.

Mei
-Bien, pero ten cuidado.

El hombre salio furioso de la casa y como un demonio se movió entre los árboles destruyendo todo a su paso.
A unos cuantos kilómetros después de cruzar la montaña, se podía ver algo parecido a un campamento militar, habría al menos 300 hombres, de los cuales 25 estarían heridos.

Soldado
-General! Algo se acerca a gran velocidad, parece ser algún tipo de animal furioso, podría ser un oso.

General
-No es nada de eso, es simplemente alguien a quien quiero ver desde hace mucho tiempo.

Soldado
-¿Algún antiguo enemigo señor?

General
-No, mi hermano menor. Y si yo fuera tu estaría muy preocupado por mi vida.

Soldado
-¿ahh?

El soldado no podía entender lo que su superior le decía, su hermano menor se dirigía hacia el campamento ¿por que habría de estar preocupado por su vida? ¿Por que el general estaba tan tranquilo en su silla?
De repente aquel hombre se apareció ante sus ojos arrancándole la cabeza con sus propias manos.

Dragón
-¡Tu! ¿Por que hiciste eso? El anciano no tenía nada que ver con nuestra guerra. Tigre, prepárate, esto se termina hoy.

Tigre
-¿Crees que puedes conmigo? Yo soy el gran general de los ejércitos del emperador y tu un simple campesino.


Dragón
-Un simple campesino que no perdió su alma y que se mantuvo fiel a su maestro.

Tigre
-Tú no le has sido fiel a nada, siempre has hecho lo que te conviene, eres un traidor, preferiste a ese viejo y a su estupida nieta por encima de mi. ¡Yo soy tu hermano!

Dragón
-Tú y yo no somos nada, mi hermano murió el día en que quiso matar a su mentor.

Tigre
-Te equivocas, yo solo quería protegerte de un error ¿que no entiendes que somos uno? Tú y yo nacimos para gobernar este mundo, no somos como los demás seres humanos, somos superiores.

Dragón
-Nosotros no somos superiores a nadie, solo somos parte de un todo.

Tigre
-Te equivocas de nuevo, aquel día cuando fuimos por primera vez a la gran ciudad, que ahora me parece tan pequeña como un insecto en la palma de mi mano. Me di cuenta de que éramos los únicos con la capacidad de controlar la energía universal.
Nuestros cuerpos no son normales, nuestras mentes no son normales. Somos superiores.

Dragón
-No se sobre nuestros cuerpos, pero tu cabeza esta completamente jodida. No me vengas con estupideces, prepárate a pelear.

Tigre
-Con el tiempo entenderás el porque de este día.

Dragón
-Este día quedará en el olvido al igual que tu maldita memoria, ¡muérete!

El Dragón se lanzo con gran furor contra el que alguna vez fue su más grande ídolo, ahora convertido en un demonio sediento de poder.
La batalla tardó varios días, los soldados habían desaparecido como desaparecen las hojas de un árbol cuando llega el otoño.
Ambos lucharon incansablemente, pero no conseguían hacerse daño.

Tigre
-Te diste cuenta de que es imposible matarme, tu cara lo dice.

Dragón
-Nada en este mundo es imposible.

Tigre
-¿Quieres apostar?

Dragón
-¡Por una maldita vez cállate!

La gran batalla entre dos supuestos inmortales había comenzado, todo lo que se encontraba en un rango de 20 kilómetros simplemente moría.

Tigre
-Mira a tu alrededor, todo muere ¿crees que soy el único que esta causando eso?
Acéptalo, eres tan asesino como yo.

Dragón
-¡Te dije que te calles!

El cuerpo del Dragón se lleno de energía, y con un gran grito de batalla, golpeo el suelo, creando un gran agujero del cual salieron varios rayos de luz, semejantes a dragones.
El tigre había salido volando por los aires para luego devolverle el golpe con una gran bola de fuego que cayo desde el cielo.
El Dragón no perdió tiempo y saltó a toda velocidad, atravesando el pecho de su hermano gemelo.
Ambos cayeron al suelo, en ese instante una risa macabra se empezó a escuchar.

Tigre
-¡jajajaja! Por fin lo logré, por fin te hice formar parte de tu destino.

Dragón
-¿Cómo fue que te convertiste en esto?

Tigre
-Es nuestro destino, mátame y permíteme terminar lo que empecé. Recuerda esto hermano: “La energía en reposo es mas fuerte que la energía activa”.

Dragón
-¿Qué clase de locura es esa?

Tigre
-El viejo Yang y la bella Mei están muertos ahora. Mei estaba herida de muerte cuando llegaste, pero tú ira no te permitió verlo. Mátame hermano y déjame realizar mi sueño.

Dragón
-Tu sueño es un sueño tonto, es imposible controlar al mundo, el mundo es demasiado complejo como para creerse amo y señor de todo. Si lo que quieres es morir, entonces te complaceré.

Tigre
-Gracias.

El Dragón levantó su mano izquierda y dejo caer el golpe mortal que habría de acabar con la vida de su hermano.

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